Ventanas claras del paraíso eterno,
fulgor divino del corazón fértil.
Lozana suavidad imperecedera
Candorosos pétalos rollizos
Inúndame en el
cristal rojizo
de aquellos tiernos befos
Déjame pernoctar en tus tímpanos
Cual música prístina del universo,
Déjame transitar por tu piel,
Déjame cubrirte de miel
Encarcélame en el iris de tus luceros
Cosquíllame con tus ventrículos,
Acaríciame con tus aurículas….
Envuélveme una y otra vez tu voz,
Arrópame con tu esplendoroso cutis,
Viviré continuamente en ti
Cual sinapsis acariciando tus pensamientos
Autor: Eduer Bernilla Rodríguez
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