La socialización es el objeto
central de la Sociología y todo sociólogo sabe que la familia es el primer
escenario de socialización. Ahí se construye las emociones, sentimientos,
sensaciones, percepciones, sonrisas, llantos, formas de vestir, hablar, formas
de peinarse.
Todas estas expresiones
culturales se aprende al interior de ella; sin embargo la estructura familiar
ha sufrido cambios impresionantes en el siglo XXI, especialmente en los últimos
años, al igual que toda la sociedad cambia de manera sorprendente.
Cada sociedad ha respondido a
tipos de familias distintas, en un primer momento la socialización fue al
interior de familias grandes, extensas, también llamadas troncales o
tradicionales. En este tipo de familias la socialización se establecía con los
abuelos, los tíos, los padres, primos, hermanos y otros. La socialización era
clave porque te permitía socializar un conjunto de cosas. Esto se mantiene como
un hilo fino (a punto de desaparecer en los andes de Lambayeque, Piura,
Cajamarca, Trujillo, Junín, Cusco, Ayacucho en el Perú).
Después de ello los cambios
sociales condujeron a la humanidad hacia una familia polígama. Los cambios
hicieron que el hombre abandone el hogar para conseguir trabajo en otros
escenarios y con ello a la vez interactuar con otras personas, se dio inicio a
la familia polígama (estas causaron problemas graves en cuanto a género y
socialización). Empiezan algunos problemas para la familia, se rompe algunos
vínculos con los hijos. En tercer lugar está la familia monógama o nuclear que
fue regulada por ciertas normas (ante el desorden polígamo).
Posteriormente los cambios sociales condujeron
al cambio de las familias de modo más perverso. Cada familia entra en shock
ante los cambios y cuando aún no termina de adaptarse aparece un nuevo tipo de
familia. Apareció la familia matrifocal en la que la madre es el foco de todas
las funciones, los padres vuelven a la poligamia y a la práctica de tener
varios compromisos e hijos. Para regular esto se crea un conjunto de normas
como el caso de pasar la manutención, esto sigue vigente.
Seguidamente la mujer toma un rol
importante por los mismos cambios y comienza a acomodarse al mundo posindustrial,
en ella cambia de posición la familia y en muchos hogares es ella quien deja al
hombre en casa por instantes o para siempre, hablamos de la familia patrifocal.
Pero hay un último fenómeno que
compete especialmente al Sociólogo identificar los problemas y brindar las
soluciones específicas. . Ya hay
países que se están adaptando a ese cambio, el primer paso fue la aceptación
del matrimonio gay. En algunos países aún dicen ¿pero dos hombres criando un
niño? Es la pregunta más complicada y que estira más aristas en la praxis común
y la discusión teórica de diversos profesionales.
Una sociedad netamente afeminada estaría en
construcción. Analizando la presencia de solo hombres el niño tendría que
socializar desde sus inicios con alguien que es hombre y con alguien que finge
ser mujer e incluso escandaliza los gestos, los movimientos, las sonrisas, la
voz, los cuidados. Según esta percepción el niño procederá a hacer cosas
netamente femeninas. Del mismo, aunque con menos perjuicio tal vez cuando un
niño crece socializando con puro mujeres puede asimilar algunos rasgos
femeninos.
La tarea del Sociólogo, es
precisamente identificar los problemas que trae consigo este tipo de familias. ¿Qué
problemas de socialización se generan en cada uno de estos nuevos escenarios?, ¿hacia donde se encamina estos procesos? ¿Sociedad femenina? ¿Sociedad con
tendencias gay? ¿Diversificación de sociabilidades y tipos de familia?
La Sociología tiene en sus manos
otra dimensión compleja que repensar, en tanto los cambios obligan a cambiar
los modos de socialización, empezando por el cambio de la estructura familiar. A
ello hay que sumarle la red de cambios tecnológicos, políticos, religiosos,
socioeconómicos. El tejido social del futuro es perfectamente entramado y la
Sociología tiene un gran reto y no tiene por qué cubrirse los ojos con esos
lentes teórico-metodológicos de la sociedad industrial. El mundo cambia, la
Sociología debe cambiar, el tejido social tiende a espesarse con vertientes
cada vez más intrincadas.
Estos cambios cambiarán también
la visión de género y compete a los Sociólogos coordinar los estudios rápidos
de la mano con la psicología, la pedagogía, la comunicación, el psicoanálisis y
tantas otras ciencias sociales, como las mismas ciencias exactas.
Sociólogos de América Latina y el
mundo ¡abrid los ojos ante este complexus familiaris! ¡Saquémonos el lente teórico
y metodológico pasado para enrumbar la sociología hacia los cambios del
presente y del futuro!
Uno de los errores graves de la Sociología,
es que a menudo centra su posición crítica en un paradigma sin salida o forma
parte de un problema sin adentrarse en sus cambios presentes y futuros, y sin
dejar a otros que profundicen en dichos cambios: Son aquellos sociólogos que
defienden una posición y atacan a otra. Actuar de ese modo es quedarse mirando
un solo nodo del tejido, hay que mirar diversos ángulos porque el tejido de
esta nueva socialización no está solo de un lado sino en todas las sociedades
del globo.
El Sociólogo de América Latina y el mundo tiene que desplegar mucha imaginación para hacer un adecuado diagnóstico de los problemas y de ese modo brindar una correcta toma de decisiones al gobierno, un adecuado proceso de socialización a las familias y darle a la Sociología la pauta y velocidad con la que debe resolver los problemas sociales.